Fernando Botero ha elegido Nueva York para presentar por primera vez en Estados Unidos cuarenta y cinco obras para las que el artista colombiano se ha inspirado en las torturas en la cárcel bagdadí de Abu Ghraib.


La serie refleja las sevicias cometidas en ese presidio por soldados norteamericanos contra milicianos iraquíes y la había contemplado el publico europeo pero no el estadounidense, al que según Botero esta mayormente destinada.


La colección no está en venta y la componen pinturas y grabados numerados y sin título que reflejan con crudeza las torturas, cuya existencia se conoció en abril de 2004 por fotos filtradas a la prensa que causaron un escándalo universal. Las escenas del artista recrean las instantáneas.


Los personajes de Botero son prisioneros desnudos y con las manos atadas sobre los que orinan sus carceleros; algunos aparecen con una venda en los ojos y los genitales ensangrentados, otros con un capuchón en la cabeza y entre las fauces de perros de presa.


'Realmente me impresionaron las fotos, sobre todo porque me sorprendieron. Uno espera eso de Idi Amin (dictador en Uganda desde 1971 a 1979) pero no del país que afirma ser el mayor defensor de los derechos humanos en el mundo', dijo el artista.


'Ese factor de lo inesperado es lo que hace diferente Abu Ghaib de otros casos de tortura, lo hace todavía más indignante y es lo que me indujo a realizar las obras', anotó. Fernando Botero calificó de 'totalmente innecesaria' la guerra de Irak, que en su opinión 'ha provocado mas terrorismo', en contraste con la de Afganistán, 'que pudo entenderse como antiterrorista', según dijo.


El artista de Medellín admitió que 'conozco poco de la cultura árabe y el Islam' pero recordó que 'ese mundo merece respeto' y denunció la 'caza de brujas contra los musulmanes, una persecución que también ha multiplicado el terrorismo'.


Bajo el título de 'Abu Ghraib', la colección se ha expuesto en el Palacio Venecia de Roma, el Wurth Museum de la localidad alemana de Kunszelsau y la Pinacoteca de Atenas antes de recalar en la Galería Marlborough de la ciudad de los rascacielos.


Con este trabajo, que empezó a exhibirse esta semana y continuará hasta el 18 de noviembre en Nueva York, Botero se suma a una larga tradición de grandes artistas que han denunciado la guerra y la tortura, subraya David Ebony, autor del catalogo de la muestra.


El critico destaca a Francisco de Goya, por su serie 'Los Desastres de la Guerra', y a Pablo Picasso, por el 'Guernica', en el grupo de creadores al que afirma se ha unido Fernando Botero, el artista latinoamericano vivo más cotizado en el mercado del arte.


Pese a su resonancia, las críticas por lo ocurrido en la cárcel de Abu Ghaib -con fama ya en Bagdad de infierno durante el régimen de Sadam Husein- no lograron detener la tortura por parte de las tropas norteamericanas en el país árabe.


Diecisiete meses después del escándalo, la organización Human Right Watch reveló en un informe divulgado en septiembre de 2005 que las fuerzas estadounidenses continuaban torturando a milicianos iraquíes, en algunas unidades de manera sistemática.


En el informe se recogieron testimonios de torturadores que aseguraban que sus superiores conocían la practica, aunque ningún militar norteamericano de alta graduación ha sido condenado por los casos de tortura denunciados en Irak. Todas las sentencias han recaído en soldados rasos o suboficiales; de sargento para abajo.

 

Fernando Botero en Nueva York